La Selva de Oza es un tesoro natural ubicado en el corazón del Pirineo aragonés, conocida por su impresionante bosque de hayas y abetos que crean un paisaje de cuento. Este espacio protegido destaca por su biodiversidad y su ambiente fresco y tranquilo, ideal para quienes buscan una escapada en plena naturaleza.

Caminar por la Selva de Oza es adentrarse en un ecosistema único, donde cada estación ofrece un espectáculo distinto: los verdes intensos de la primavera, el esplendor dorado del otoño o la calma blanca del invierno.

Además, es un lugar perfecto para practicar senderismo, fotografía o simplemente desconectar rodeado de árboles centenarios y sonidos naturales.

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